Y toma toda mi fuerza no
desenterrarte del suelo en donde descansas, la mayor parte de mí, eras lo
mejor, y ahora solo eres un recuerdo al cual debo dejar ir...-In The
Mourning, Paramore.
Poco a poco vas desapareciendo, volviendo mis sentidos una locura. Mi visión se nubla. Mi oído se va olvidando de tu voz. Mi olfato ya no reconoce tu colonia. No puedo saborearte en mis labios. Mi piel se olvida de la tuya.
Eras como un tren de salida para mí, mi única oportunidad, mí única vía de escape, pero como tal, te marchas sin dar vuelta atrás, el humo y la tierra levantada son las únicas pistas que prueban que estuviste aquí. Después de todo, ¿dónde se ha visto un tren que se mantenga en el mismo sitio?
Hay algo que mantiene un constante agarre en mi pecho, como un pequeño hilo que se aferra a mi tórax y empieza un tira-afloja que tú controlas.
Ahora solo quedan el tiempo perdido, las palabras vacías, promesas que no tienen soporte, momentos que no se repetirán. Se puede sentir un silencio sepulcral que se interrumpe con las risas que provienen de unos labios con brillo labial, sombras que permanecen en la oscuridad con tacos y vestidos vintage.
Y mientras me mantengo en duelo, podré recuperarme. Con cada lamento se vuelve a formar un suspiro y las heridas se cicatrizaran. En el duelo te dejare ir, en el duelo me alzaré de nuevo.
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