"Estaba aquí antes, pero te quedaste dormida", dijo.
"Lo sé... Lo siento. Sólo que no aguantaba más".
"Está bien, en serio". Levantó su mano ligeramente de la cama, y me beso, me apoyé hacia adelante y besé su mejilla también.
"¿Tú me amas?" Le pregunté. Sonrío. "Sí".
"¿Quieres que yo sea feliz?" Cuando le pregunté eso, sentí mi corazón empezar a latir muy, muy rápido.
"Por supuesto que lo quiero".
"¿Harías algo por mí, entonces?" Apartó la mirada, la tristeza cruzó su rostro.
"No sé si pueda más", dijo. "Pero si pudieras, ¿Lo harías?"
"No puedo describir la intensidad de mis sentimientos en ese momento. Amor..
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